GLÈISA DE SANT PÈIR

Los atractivos de la iglesia de Sant Pèir los encontraremos, sobre todo, en los testimonios arquitectónicos y escultóricos que permanecen de su pasado románico: la estructura de la nave, la portada y la pila bautismal. De la estructura románica de la nave sólo se conserva el aparejo de mampostería y la bóveda de medio punto. La portada de Sant Pèir d’Escunhau, el elemento de más proyección artística junto con su pila bautismal se estructura a partir de tres arcos en degradación y dos archivoltas sostenidas por columnas. 

En el centro del tímpano se encuentra esculpida la figura del Cristo, que por sus trazos se identifica con los que perduran en los nártex de Sant Miquèu de Vielha y Sant Martin de Gausac. El resto de la portada está decorada con diferentes elementos escultóricos como pueden ser los capiteles -con representaciones antropomórficas-, el ajedrezado, -recurso decorativo muy recurrente en las iglesias aranesas-, y el dintel, que corona el cuerpo arquitectónico de la portada, compuesto por un crismón flanqueado por dos estrellas de ocho puntas cercadas. La pila bautismal muestra esculpido un lenguaje iconográfico que lo vincula con las pilas bautismales de Gausac, e incluso de Casau. Se trata de una ornamentación que alterna los motivos vegetales y geométricos con representaciones figurativas de marcada simbología; su traza es acusadamente lineal y podríamos fechar su ejecución en el transcurso de los siglos XII y XIII. Dentro del período gótico, advertimos su influencia en la estructura interior de la iglesia sustentada sobre nervaduras y bóvedas de crucería, así como en la ventana exterior ubicada en el encabezamiento del muro de mediodía. Entre los siglos XVII y XVIII se adosa en la iglesia su actual torre campanario.

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